Todos los años, con la misma cadencia natural de
los acontecimientos repetidos, las Navidades dan paso al tiempo de Carnaval y éste
a la Cuaresma que aproxima el tiempo de Semana Santa y Pascuas. Pasamos así de fiestas
de excesos y carnavales al tiempo de abstinencia y recogimiento.
Una cadencia marcada por episodios lunares tras el
equinoccio de primavera que desde hace cientos de años quedó establecido para
marcar la fecha del inicio de la Semana Santa, siempre precedida por momentos de
ayuno y sacrificio en Cuaresma.
No declaró el cristianismo alimentos impuros,
prohibidos, pues ya señaló San Pablo a los Corintios “Coman, pues, todo lo que
se vende en el mercado sin plantearse problemas de conciencia, pues del Señor
es la tierra y todo lo que contiene”. Pero la carne se asociaba a los ritos
paganos, a los sacrificios de animales, y así, en los días de abstinencia, la
carne desaparece de la mesa de los cristianos. Y entonces se hace necesario
asegurar la provisión
de pescado, controlar el acceso a la mercancía y vigilar su precio.
1498, febrero 26. Trujillo
Este día los dichos señores acordaron que por esta quaresma ninguna
persona sea osado de conprar pescado çeçial que se venga a vender a esta
çibdad, salvo que lo conpren Alonso Durán e Alonso Castro para los que lo
ovieren menester e fagan el preçio dello so pena de perder lo que de otra
manera conpraren, porque no pongan el pescado en mal preçio, etç e mandaronlo
asy pregonar.
Archivo Municipal de
Trujillo. Legajo 6.8, fol. 25v.
1437, agosto 9. Trujillo
Otrosy ordenamos que los judíos e judías e moros e moras que en el
tienpo de la quaresma ni en los viernes ni en los otros días que son de ayuno,
asy como vigilias de apóstoles e de Santa María e de los otros santos, que en
la carnisçería no pesen carne, que non sean osados de conprar pescado fresco
nin otro alguno ni fruta fasta medio día, so pena de sesenta mrs. a cada uno
por cada vegada para los fieles.
Archivo Municipal de
Trujillo. Legajo 2.5, fol. 14r.
Incluso el propio concejo asegura a sus miembros el
suministro de tan escaso alimento en estas tierras de interior.
1486, febrero 24.
Trujillo
Pregón.
Otrosy que los
pescadores que venden peçes sean tenudos e obligados a tener e guardar cada uno
dellos medio arrelde de peçes asy para la justiçia como para cada uno de los
regidores e a los escrivanos del conçejo e que gelo fagan saber antes que
vendan los dichos peçes o gelos guarden so pena de çinquenta mrs. cada uno
dellos cada vegada.
Archivo Municipal de
Trujillo. Legajo 5.1, fol. 53r.
Huevecillos. Fuente: La Flor del Azafrán |
“Días de carne” y “días de pescado”, don Carnal y
doña Cuaresma. Ahora, en este marzo
soleado los potajes o el bacalao se suman a los postres “cuaresmales”: huevecillos
o repápalos, torrijas y leche frita, floretas, arroz con leche, pestiños y
otros muchos. Parece que fue el papa Pío V, de quien Antonio de Fuenmayor dice
que en tiempo de cuaresma “solo comía yervas amargas, chicorias, malvas,
artemisa, salvia, yerva Romana, sin más adereço que azeyte y sal”, el pontífice
que, allá por 1566, suavizó la abstinencia, permitiendo el consumo de huevos y
derivados de la leche. Aunque no parece que la nueva norma eclesiástica
introdujera novedades en la cocina cuaresmal trujillana.
1580,
febrero 15. Trujillo
Comisión sobre la costunbre de comer cosas de leche.
En este ayuntamiento se trató de cómo en esta çibdad y obispado ay
costunbre de comer cosas de leche en quaresma y viernes, atento la falta y
esterilidad de los pescados y otros mantenimientos de quaresma, prinçipalmente
para jentes pobres. Se acordó y se comete al señor Juan Casco que vea el
mandato que sobre ello está dado de presente para que vea con acuerdo del
letrado de la çibdad lo que convenga hazerse en este negoçio y lo haga hazer
con toda diligençia apelando de este mandato e haziendo las demás diligençias
que convenga.
Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 43.1, fol. 315v.
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