26 de enero de 2015

Capeas en Carnavales


Trujillo siempre festejó las alegrías con toros. ¿Qué se celebraba?. Daba igual: se ha tomado Bujía, ha parido la reina, el papa ha hecho santo a Pedro de Alcántara, es el día de San Gregorio, o de San Juan, o la Virgen de Agosto, hay una nueva constitución o el rey ha vuelto y la ha derogado. Cualquier motivo era bueno para que los trujillanos asistieran a las capeas.

Capeas en la plaza. Ningún espacio recoge mejor la historia de esta ciudad que su plaza. Fue del arrabal primero, Plaza Mayor después. Plaza del Rey o de la Constitución, según la ocasión. La plaza es el mercado, es la fiesta, es el rollo que en ella estuvo primero. Es la voz de los pregones, de las alegrías, de los lutos. En ella estaba el corral de los toros, dispuesto para capeas.

En 1874 se acercan los carnavales y de nuevo Trujillo se prepara para sus capeas. Es necesario cerrar la plaza y todo debe estar dispuesto. La comisión que el ayuntamiento ha nombrado para este asunto elabora las condiciones a las que habrán de ajustarse los carpinteros que deseen concurrir a la subasta de los trabajos necesarios en la plaza. Aunque este año habrá problemas. Abierta la subasta, nadie se muestra interesado por quedarse con el trabajo. Es más, se dice "que la mayor parte de los carpinteros de esta ciudad se han concertado para no presentarse, aun en el caso de que se anunciase segunda subasta por conceptuar que es ínfimo el precio señalado como maximun en la condición quinta". Las 125 pesetas presupuestadas por el ayuntamiento les parece poco. ¡Si fueran 200...!.

Pocos días después, ante la comisión organizadora se presentan tres maestros alarifes, Juan Lozano Mata, Antonio Gutiérrez Quintero y Manuel Mariño y Mariño. Ellos harán el trabajo con las cláusulas y condiciones anunciadas, "no movidos por el deseo de lucro sino más bien como un acto de deferencia a los Sres. de la Comisión en particular y a todo el Municipio en general, teniendo en cuenta además que se trata de un acto de que ha de participar o disfrutar todo el pueblo en general y que es antigua la costumbre de que se verifique todos los años en esta población".

En 1874, Trujillo no se quedó sin capeas de carnaval.  

Capea en la Plaza Mayor. 1928

1874, febrero 2. Trujillo

Ciudad de Trujillo.                                                                                              Año de 1874
Expediente de subasta para el cierro de la Plaza con objeto de celebrar la función de capeas.

Decreto. Trujillo, 2 de febrero de 1874
Para el cierro de la Plaza con el objeto de celebrar la función de capeas en el prócsimo Carnabal, según antiquísima costumbre en esta ciudad, y para lo cual se halla la correspondiente consignación en el presupuesto Municipal, sáquese a pública licitación dicho cierro, bajo las condiciones siguientes.
1ª. Dicho cierro se ejecutará con madera de cuartón y tabla que ofrezcan la mayor seguridad, debiendo estar terminado en todo el día catorce del corriente mes.
2ª. La plaza ha de ser cortada desde la esquina de la casa del Sr. Marqués de la Conquista que da frente al Pesillo, hasta la conclusión del portal nominado del lienzo, según es costumbre.
3ª. Será también de cargo y cuenta del rematante la construcción de un palco para los individuos de la Corporación Municipal y su dependencia, como así bien la de la jaula que se hace en el medio de la Plaza y la de los encerraderos o cosiles para las reses, todo en los sitios de costumbre.
4ª. Si por cualquier causa la autoridad conceptuase prudente y oportuno el que hubiese una cuarta capea, el miércoles de ceniza, además de las que se han de jugar en los tres días precedentes del Carnabal, la plaza continuará cerrada durante los insinuados cuatro días, sin que el rematante tenga derecho alguno para exigir el más leve aumento a la cantidad que a continuación se prefija como mayor precio o tipo del remate.
5ª. Dicho precio o tipo máximo es el de quinientos reales vellón que se fijan de presupuesto, sin que sea admisible postura alguna más allá o que esceda del mismo.
6ª. Si por efecto del mal tiempo, o por otro motivo, después de cerrada la plaza no se pudiese lidiar ninguna capea, o se hiciese solo respecto de una o dos, el contratista sin embargo tendrá derecho a percibir íntegro y sin rebaja alguna el precio objeto del remate.
7ª. Mencionado precio será satisfecho al rematante al día siguiente de verificada la última capea y cerrados que fueran los hoyos de la plaza y calles que se abran para clavar los cuartones y portones, cuya operación será de cuenta y cargo del dicho rematante, sin poder exigir por ello el menor aumento ni retribuciones respecto al tipo prefijado en cuanto al remate.
8ª. Y finalmente, dicho remate se verificará el día ocho del mes que rige, de once a doce de su mañana en las Salas Consistoriales, dándosele la debida publicidad o anunciándose por medio de pregones.
Lo mandó y firma el Sr. Alcalde D. Manuel María Grande, de que yo el Secretario certifico.
Manuel María Grande (rúbrica) Eugenio Sanz García secretario (rúbrica)

Nota.  En el día cinco de espresado mes y año, fueron puestos los oportunos edictos anunciando esta subasta en los sitios de costumbre, de que certifico.
Sanz (rúbrica)

(Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 1211.1)