15 de julio de 2017

Las velas del viento


      El geógrafo dice: “A lo largo del tiempo los seres humanos han ido observando de modos muy diversos los acontecimientos y los ritmos de la naturaleza, el devenir del tiempo y las estaciones, la dirección y tipo del  viento o las predicciones de lo que denominamos tiempo meteorológico. Esa observación mostraba su fragilidad y también  su capacidad para tratar de aventurar y prever situaciones. Técnicas basadas en la observación y en la utilización de medios y materiales diversos siempre fruto del momento histórico y tecnológico, del grado de desarrollo y de necesidad ante los embates o los cambios de la fuerza de la naturaleza.
       A medida que el desarrollo, la ciencia y la tecnología avanzaron, a medida que el ser humano se hizo más urbano, incluso habitando en entornos rurales, la distancia entre los colectivos humanos y la naturaleza se fue agrandando. Nos fuimos olvidando de la naturaleza y de la observación, nos olvidamos de los hábitos y las habilidades desarrolladas para luchar contra el calor o las aguas, del modo de prever los cambios de tiempo observando aves o insectos, de los refranes que acuñaban saber de generaciones, o del modo de saber cómo y de donde venían los vientos.
     En nuestro arca siempre encontramos referencias a ese otro saber, habilidad y técnica que permitió conocer la naturaleza antes de que en gran medida la olvidáramos o ilusamente, como ahora, nos creyéramos superiores a ella. El viejo arca nos mostrará cómo los trujillanos sabían de vientos solanos o de poniente con técnicas que tal vez hoy puedan hacernos sonreír, pero que entonces se mostraban suficientes para seguir habitando sobre el berrocal y el cerro Cabeza de Zorro”.
      Y también de ello debió ocuparse el concejo, reponiendo en las torres de las iglesias de Santa María y San Martín unas velas caídas que los vientos no movían.


1534, febrero 16 y 28. Trujillo

Que se adobe la vela de Santa María.
Este dicho día los dichos señores dixeron que por quanto la vela de la torre de Santa María está cayda e no se manda, que cometian e cometieron al señor Martín de Chaves que la faga adobar.
Velas de Santa María e Sant Martín.
Este día los dichos señores mandaron que el mayordomo faga adereçar las velas que están en las torres de Santa María y Sant Martín, que están caydas y no las mueve el viento para conosçer los vientos que corren.

(Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 20.14, fols. 113r. y 118r.)


Iglesia de San Martín. Fondo Fotográfico del Museo de Cáceres.