28 de mayo de 2012

Corpus Cristi en Trujillo. Tablados para autos.


   Resuelto el contrato con quienes habrían de representar los autos en la festividad del Corpus Christi, y ya cercana la fecha, la infraestructura necesaria para la representación de los autos debe ser completada. Pero en 1577, cuando el autor Juan Granado ha cobrado ya parte de los ducados acordados en su contrato de autor teatral, el ayuntamiento trujillano se debate en la duda: ¿dónde hacer los tablados para las representaciones? Sin duda en la plaza, escenario central de las grandes festividades y festejos de la ciudad. Pero, ¿arriba, cerca de las casas consistoriales, o en la zona baja? Defensores de uno u otro espacio plantean sus argumentos. La costumbre siempre fue situarlos en la zona baja, más cómodo para su visión por el pueblo, pero en los dos años anteriores se habían acercado a las casas consistoriales, en la zona más alta de la entonces desnivelada plaza. ¿Como solucionarlo? Asistamos a la votación.


1577, julio 3. Trujillo.
 Votos sobre en qué sitio se harán los tablados y autos.
Este día se trató en qué parte se tiene de hazer sitio en esta çibdad para poner el Santísimo Sacramento el día de Corpus Cristi y los tablados para los autos en la plaça, y abiéndose tratado y comunicado adónde estará más cómodamente,
el señor Juan de Herrera dixo que se haga el sitio y tablados a la puerta de la de Diego del Saz, como se suele hazer los años pasados.
El señor Antonio de Tapia dixo lo mesmo.
El señor Pedro Mesía dixo que ya está acordado que se haga junto a las casas del consistorio y ansí su boto es que se hagan adonde está acordado, pues dos años se ha fecho junto a las casas del consistorio.
El señor Garçi Rodríguez dixo que en el ayuntamiento pasado se platicó y acordó que se hiziesen los autos junto a las casas del consistorio y ansí es su boto y pareçer que se haga.
El señor Françisco Durán dixo lo mismo que el señor Garçi Rodríguez.
En señor Antonio Sánchez dixo que se hagan adonde antiguamente se solían hazer, como lo dize el señor Juan de Herrera.
El señor Hernando de Orellana dixo que se habló en el ayuntamiento pasado en que se acordó que se hiziesen los autos junto a las casas del consistorio y ansí agora le pareçe que se hagan adonde está acordado.
El señor Rodrigo de Senabria dixo que es huso y costunbre muchos años hazerse los tablados y autos a la parte de abaxo de la plaza y de hazerse un año junto a consistorio se siguiesen ynconbinientes como son clamar todo el pueblo dello y los clérigos y saçerdotes están prestos en no benir con el Santísimo Sacramento si se ponen los tablados a la parte de arriba porque les pareçe que no está bien y ansí es su boto que se haga a la parte de abaxo adonde es costunbre.
El señor Altamirano de Bargas dixo que su voto y pareçer es que los tablados y fiesta del Corpus Cristi se hagan a la parte de abaxo de la plaça, adonde se han fecho todos los años la más parte dellos, por ser más en comodidad para que todo el pueblo goze dellos.
El señor Melchor Gonçalez dixo que él entiende que esta çibdad, por ynconbinientes y rebueltas que abía, acordó de poner los tablados y autos çerca de las casas del consistorio y ansí se hizo y que la mayor parte de los caballeros que están presentes se hallaron el ayuntamiento pasado y acordaron que se hiziesen a la parte de arriba de palabra y que porque dos clérigos an benido a dezir que estará mejor a la parte de abaxo y que su boto es que se haga a la parte de arriba y que a los clérigos se les haga un tablado en que estén.
El señor Juan de Hinojosa dixo que le pareçe que está más açertado que se hagan los tablados y autos a la parte de abaxo de la plaça.
El señor Pedro de Orellana dixo lo mesmo que el señor Juan de Hinojosa.
El señor Juan de Alarcón dixo que le pareçe lo mesmo que dize el señor Garçi Rodríguez.
Françisco de Loaysa, sesmero, dixo que atento que de tienpo ynmemorial a esta parte sienpre se an fecho los autos a la parte de abaxo de la plaça, eçeto aora dos años, que se hizo a la parte de arriba de la plaça, y ansí el clero, como todo el común de esta çibdad, claman diziendo que si se haze a la parte de arriba no se puede ber ni gozar de la dicha fiesta, por tanto que pide y requiere todas las vezes que es obligado no se haga mudança sino que se hagan a la parte de abaxo, con protestaçión que haze que si el dicho clero pasare con el Santísimo Sacramento sin entrar a la dicha fiesta, sea a culpa y cargo de esta çibdad, y ansí lo pide y requiere etç. y pide testimonio.
E luego el señor teniente mandó que se regulen los votos y pareçe que siete botos son en que se hagan los tablados y autos a la parte de abaxo de la plaça y seys votos que se hagan a la parte de arriba, junto a las casas del consistorio y ansí dixo que se conforma con la mayor parte de los dichos votos y así se hagan los tablados y autos a la parte de abaxo de la plaça.

(Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 43. Folio 64v-65v.) 
Palacio de la Conquista y antiguas Casas Consistoriales

19 de mayo de 2012

Corpus Christi en Trujillo. Autos y entremeses.


     Se acerca el Corpus Christi. Ocho jueves debían pasar desde el Jueves Santo para que tuviera lugar una de las celebraciones más importantes del calendario festivo trujillano. Lo religioso y lo profano se mezclaban en la celebración de la Eucaristía, que traía a la ciudad vistosas procesiones, representaciones, danzas y toros. Su organización exigía dedicación y tiempo a los regidores comisarios en quienes delegaba el concejo. Los preparativos eran muchos.
   Varios meses antes de la celebración, el regidor Fernando de Orellana contrata a un autor de comedias para que, con su compañía, lleve a cabo las representaciones divinas de la festividad de 1577. Entremeses graciosos completarán el programa. El autor de ese año es Juan Granado, natural de Baeza y apodado el Andaluz, cuyas Coplas sobre la batalla de Lepanto, impresas en Barcelona unos años antes, circulaban por el reino.


1576, noviembre 14. Trujillo.

En la çiudad de Trugillo a catorze días del mes de novienbre de mil e quinientos e setenta y seis años, ante mi Juan Velardo, escrivano público del número de la dicha çiudad e testigos, pareçieron presentes el ilustre señor Fernando de Orellana, veçino e regidor de la dicha çiudad e comisario para lo de yuso contenido, de la una parte y en nonbre desta çiudad, justiçia e regimiento della, e de la otra Juan Granado, veçino que dixo ser de la çiudad de Baeça, autor de comedias, como prinçipal obligado, e Françisco de Salamanca, veçino desta dicha çiudad, como su fiador y entre anbos a dos juntamente, de mancomún e a boz de uno e cada uno de nos ynsolidun, renunçiando como renunçiaron las leyes de la mancomunidad como en ellas se contiene, dixeron que son conçertados e convenidos en esta manera: que el dicho Juan Granado se obliga de venir a esta çiudad a representar dos autos a lo divino, uno la bíspera y otro el día de la fiesta del Corpus Criste del año primero venidero de mil e quinientos e setenta y siete años, en las partes e sitios que por esta çiudad le fuere ordenado, con algunos entremeses graçiosos y líçitos, e que trairá para la dicha representaçión a su muger e gente bastante e buenos ofiçiales porque esta çiudad le tiene de dar e pagar çiento e treynta ducados en dineros e seis fanegas de trigo luego como aya fecho e representados los dichos dos autos; y se obligaron los dichos Juan Granado e Françisco de Salamanca a lo cunplir como dicho es so pena que a su costa esta çiudad pueda buscar autor e representantes que hagan los dichos autos, e más yncurran en pena de diez mil maravedís para los propios desta çiudad, con que el dicho Fernando de Orellana obliga a esta çiudad e sus propios que dará e pagará a el dicho Juan Granado los dichos çiento y treynta ducados y seis fanegas de trigo otro día después del día e fiesta del Corpus Criste, aviendo representado los dichos dos autos como dicho es, so pena que por cada un día que se detuviere en la cobrança se le pagarán e darán quatro ducados para la costa de la gente que truxere e para cunplir y pagar y aver por firme lo que dicho es, el dicho señor Hernando de Orellana obligó los bienes y rentas desta çibdad y los dichos Juan Granado y Françisco de Salamanca obligaron sus personas y bienes e dieron poder cunplido a todas y qualesquier justiçias destos reynos y señoríos de su magestad para que los conpelan y apremien a lo que dicho es cunplir y pagar (...) y otorgaron la presente ante mi el escrivano público e me pidieron la escriviese e signase con mi signo y fueron testigos que fueron presentes Juan Ruiz de Palaçios, alguazil mayor, y Françisco Ruyo y Hernando de Alarcón, veçinos desta dicha çiudad. Y el dicho Juan Granado lo firmó juntamente con el dicho Fernando de Orellana y por el dicho Françisco de Salamanca un testigo.
Hernando de Orellana (rúbrica)   Juan Granado (rúbrica) Por testigo Fernando de Alarcón (rúbrica). Pasó ante mi, Juan Velardo, escrivano (rúbrica)

(Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 43. Folio 11v.) 


P. M. Cátedra -C. Vaíllo: "Los pliegos poéticos españoles
del siglo XVI de la Biblioteca Universitaria de Barcelona".

6 de mayo de 2012

Aligerando gastos


Finanzas, deuda, déficit, crisis, ajustes, recortes, ahorro. Palabras que resuenan estos días como extraña letanía y que generan una mezcla de pesimismo y desazón. 
 A lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, las continuas demandas de la Corona a la ciudad de Trujillo para sufragar sus cercanas y lejanas aventuras bélicas y los inmensos gastos que el continuo tránsito de tropas genera en algunos momentos en esta ciudad acaban por situar a la en otro tiempo saneada hacienda trujillana al borde del desastre. Una y otra vez se acude a préstamos que solucionen las apremiantes y urgentes necesidades del concejo, pero pronto vuelven las exigencias.
Cuando en junio de 1655 la ciudad y su corregidor, Diego de Guzmán y Velasco,  comisiona a los regidores Francisco de Monroy Escobar y Álvaro de Contreras Portocarrero para que analicen la situación financiera de la ciudad, sus deudas y empeños y presenten soluciones para el "alibio de las cargas que tiene", ambos regidores no lo dudan: aligerar gastos. Bajada de salarios, despidos, recortes en fiestas, "una bela y no más" y las limosnas, con moderación.  El arca nos muestra que nada ha cambiado: nuevos problemas con viejas soluciones.

1655, septiembre 13. Trujillo.

Los señores don Françisco de Monroy Escobar y don Álvaro de Contreras Portocarrero dieron quenta a la ziudad como en virtud de la comisión que les dio en diez y ocho de junio pasado deste año para ver y reconozer el memorial de la renta de la ziudad deste año y de las deudas que tiene y confiriesen la mexor dispusizión que se pudiese tomar para desempeño desta ziudad y alibio de las cargas que tiene y que en su execuzión traen a este ayuntamiento las adbertenzias que les a parezido convenientes para lo referido; y aviéndolo visto y considerado los dévitos grandes que tiene y que le es preziso dar forma en los gastos, acordó por aora que desde el día de san Andrés deste año en adelante se quiten los salarios de la música, menos los ministriles, y que en la fiesta del Santísimo Sacramento que se zelebra el día del Corpus Cristi y su otava se paguen dozientos ducados y en la de la Candelaria se den belas a todos los cavalleros capitulares de este ayuntamiento, escrivanos del, mayordomo y médico, alguazil mayor y porteros y al cabildo eclesiastico que se hallaren presentes, a cada uno una bela y no mas.
Al relojero se le dé de salario doze mil mrs. en que entre el azeite para los relojes, y dos fanegas de trigo; a los dos deheseros de yeguas y cavallos se les quita el trigo.
Al sacristán de Santiago, por tocar a las ánimas y ronda, zien reales.
Al prezeptor seis fanegas de trigo.
A los dos deheseros de yeguas y cavallos se les quita el trigo.
A las guardas que se les pague el trigo a la tasa, que junto su prezio con los dos mil mrs. de salario hazen zinco mil seisçientos y setenta y dos mrs. cada año. Los quales se les paguen la metad en arbitrios y la otra metad de lo que prozediere de las condenaziones de montes.
Que no se den ayudas de costas a nadie y las limosnas que se dieren sean con moderazion.

(Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 74.3. Folio 188v.)