24 de mayo de 2015

Volatines y alivio de pobres

     Describe Cristóbal Suárez de Figueroa, allá por 1615, el espectáculo que ofrecen los volatineros o volatines, ”gente prodigiosa en materia de saltos, por hacerlos de mil maneras, al parecer no con poco peligro; y así tienen algunos nombres de mortales. Fuera desto, andan, y bailan sobre una maroma con el compás de un palo, cosa admirable a la vista; porque junto con esto hacen en parte altísima asidos a la misma cuerda mil acciones de ligereza con tan prodigiosas vueltas y posturas, que dejan atónitos a los circunstantes”. Más de cien años después, siguen recorriendo pueblos y ciudades y maravillando con sus números acrobáticos.
    Como seguramente ya había pasado otras muchas veces, a Trujillo llegaron en el verano de 1726 y por supuesto fueron bien acogidos. Diversión asegurada para los trujillanos que además suponía una importante ayuda para una institución de la ciudad. Cada vez que en la Casa de Comedias de Trujillo tenían lugar representaciones teatrales, la cuarta parte de lo recaudado por las entradas a tales espectáculos era destinada al mantenimiento del Hospital de la Caridad, de escasas rentas y siempre necesitado de  ingresos para atender a enfermos pobres. Y lo mismo habría de pasar con los volatines que ahora acudían a Trujillo. Contaban con la licencia del corregidor y del ayuntamiento, harían disfrutar de sus acrobacias y contorsiones a sus vecinos y serían, una vez más, “alibio de pobres”.



1726, agosto 23. Trujillo

En la ziudad de Truxillo en veinte y tres días del mes de agosto de mil setezientos y veinte y seis años, se juntaron por ziudad en su sala baxa de aiuntamiento, abiéndose zelebrado misa y tocado la campanilla según costumbre, los señores don Juan Ypólito Fernández Bazán, correxidor en ella y su partido por Su Magestad, don Francisco de Mendoza, don Nicolás de Orozco, don Mathías de Orozco y don Diego de Camargo, todos rexidores de esta ziudad, y así juntos acordaron lo siguiente.
El señor correxidor dio quenta a la ziudad de cómo an llegado a ella ziertas personas que traen exerzizio de bolatines a pedir a su señoría lizenzia para exerzitar en esta ziudad sus abilidades, la que su señoría les a conzedido por el ynterés que de esto se le sigue a los pobres de la Santa Caridad, por el quarto que cobran de todas las personas que ban a ber semexante entretenimiento, lo que pone en su notizia pues será gustoso su señoría de que la ziudad lo apruebe. Y oído y entendido por la ziudad, dio las grazias a dicho señor correxidor por sus fabores y por lo que se ynteresa en cuidar de el alibio de los pobres del ospital de la Santa Caridad.

(Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 254. Fols. 27v-28r.)



Jean L´Hermite. “Los volatineros delante del alcázar”. 1596