19 de junio de 2014

Corpus Christi en tiempos de crisis


Crisis, palabra de actualidad pero no nueva. Podemos recorrer la historia y avanzaremos entre  crisis. Guerras, malos temporales, pobres cosechas, plagas y epidemias... las causas son muchas pero pocas veces nuevas.

En 1508 Trujillo está en crisis. Ya desde 1502, las crónicas hablan de malas cosechas. Primero vino la sequía y la ruina del campo se completó con las inundaciones. El hambre está presente en 1506 y un año después la peste visita Castilla.

Y aunque Trujillo se aprestó a cerrar sus puertas y vigilar los caminos, la enfermedad acabó con la vida de muchos trujillanos.

Por eso, cuando ese año, 1508, la ciudad prepara la fiesta del Corpus Christi, quienes otras veces acuden gustosos a participar de la celebración se sienten incapaces de hacerlo ese año. A comienzos del siglo XVI la celebración del Corpus Christi en Trujillo es semejante a otras ciudades de la Corona y en ella se mezclan elementos religiosos y profanos. Los gremios tienen una labor activa en el festejo con danzas, músicas y carros en los que se realizan representaciones religiosas que cada año preparan con gran cuidado  y solemnidad. Pero no ese año. Gran parte de sus miembros perecieron en la epidemia y los que quedan no pueden soportar los gastos. Por eso acuden al concejo. Este año no pueden. La crisis.


1508, junio 6. Trujillo
Todos los çapateros suplican a vuestras merçedes no les manden hazer el carro porque se fynaron muchos çapateros y es mucha costa, que están perdidos con los años pasados , que baste que saquen el pendón y el que hera mayordomo juntamente con Juan de Trogillo es tanbién falleçido. Que hagan una dança e saquen su pendón e no saquen carro por ogaño.
Los sastres piden lo mismo. Respóndesele lo mismo que a los çapateros.
Los perayles desta çibdad suplican que no les manden sacar el carro porque son muertos casy todos los más de los perayles e los que quedan son pocos. Lo mismo que a los çapateros se les responde.



    Pese a todo, habrá fiesta. La ciudad manda que ese día se lidien dos toros "por la fiesta e alegría del santo día y que sean toros bravos" y si no salen los carros de los gremios, la ciudad sí sacará el suyo. Para ello, Cristóbal González y Juan Aojado, encargados de la fiesta, han estado ocupados para que todo esté listo. Las figuras que formarán parte del carro de la ciudad y las ropas de los danzantes que participarán del desfile procesional habrán de estar terminadas para el 21 de junio de 1508, día del Corpus. Con crisis, pero con la solemnidad que merece la fiesta. Y con alegría.


1508, mayo 29. Trujillo
Este día, Christóval Gonçález, procurador de causas por sy e por Juan Aojado, alguazil del canpo, dixo que las cosas que la çibdad ha de mandar hazer para el día de Corpus Christi son las siguientes.
A Dios Padre y a Nuestra Señora y a Santo Domingo y a Sant Françisco y a Sant Sevastián y dos ángeles, çinco momos y la dama con ellos; dos salvajes, seys frecheros, tres o quatro hilanderas, dos pastores; faltan los rostros todos, que se han de fazer, y las ropas de los salvajes e adobar las ropas de los momos; y dixo que todo esto han de haçer a su costa salvo las ropas de los salvajes que ha de haçer la çibdad y que gastan mucho en darles algunos cueros y fazer lo suso dicho y darles algunas cosas a las personas que sirven en estos ofiçios, que vean sus merçedes si les quieren dar quatro mil mrs. Los dichos señores les mandaron librar tres mil mrs. y los cueros aderesçados y que los dichos Juan Aojado e Christóval Gonçález pongan todo lo otro.
(Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 9.1. Fol. 53-54)

Momos y Moma. Corpus Christi de Valencia.
http://www.fiestasancristobal.es/CALENDARIOVLC/JUNIO.htm

8 de junio de 2014

Haciendo dehesas


Miramos las dehesas y sentimos naturaleza y vida, conservación y aprovechamiento de recursos. Nuestras dehesas, esos maravillosos paisajes que nos rodean y que en ocasiones no apreciamos suficientemente, tienen cientos de años. Su longevidad no está motivada sólo por la edad de las encinas, alcornoques y rebollos que encontramos en ellas, sino también en tantas y tan acertadas intervenciones humanas que desde la Edad Media cuidaron los montes, los mimaron porque eran fuente de riqueza y aseguraron su pervivencia.
Entre tantas y tantas noticias como atesora el arca sobre la tierra de Trujillo, sobre sus pueblos, sobre las actuaciones para el aprovechamiento múltiple de los recursos, muchos documentos nos hablan de decisiones acertadas porque suponen una apuesta por el futuro de ese bosque humanizado que es la dehesa.


1508, mayo 15, junio 2. Trujillo

Este día los dichos señores hablaron y platicaron cómo se an de desmochar las enzinas e alcornoques e robles de los montes desta çibdad para la conservaçión dellos, e acordaron e mandaron que de oy en adelante ninguna persona veçino de la dicha çibdad e su tierra ni de otra parte qualquier no sean osados de cortar ningún árvol en sus barvechos, salvo que desmochen el monte viejo por delgado e de lo nuevo no desmochen por lo alto salvo por lo baxo, que pueda colar el sol, e aclarar syn fazer perjuizio en los árvoles. Y que no an de dexar horca e rama como antes syno que ha de quedar cada árvol copado de rama e aconpañado de ramas en manera que dé fruto e que desvyen las ramadas de las enzinas por manera que el pie del árvol ni las ramas de  él no reçiban perjuizio ni daño e que en las matas dexen sus pyes a marco, que son ocho pies de marco de pie a pie de árvol, e asy mismo aparten las ramadas de los pinpollos e árvoles. E que el que contra esto pasare, caya e yncurra en pena de çien mrs. por cada pie que contra la forma susodicha lo desmochare e por cada pie que del todo desmochare pague dozyentos mrs. para nos el dicho conçejo. E mandaronlo pregonar públicamente porque ninguno pretenda ynorançia.
Pregonose en la plaça pública este dya por Andrés de de Miranda, pregonero, ante mi Françisco Martínez, escrivano del dicho conçejo. Testigos, Luis de Góngora, escrivano, e Françisco Galindo e Gonçalo del Amarilla e otros veçinos de la dicha çibdad de Trogillo.

Que se hable sobre la hordenança de la pena de los montes que cortan e desmochan. Acordaron los dichos señores que se desmochen las enzinas de los montes viejos e nuevos por alto, por manera que queden los lados e sobacos sanos para que den fruto e que no se desmoche el dicho monte syno de diez a diez años, so las penas suso dichas en las ordenanças del conçejo desta çibdad. Este día se pregonó por Juan Pérez de Talavera, pregonero público, en la plaça.

(Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 9.1. Fols.  48r. y  53v.)