19 de julio de 2019

Vida sobre sepulturas


Vivir sobre la muerte. Bailar y correr toros sobre las sepulturas. Todo forma parte del ritmo vital e intenso de la ciudad, de sus calles y su plaza. La muerte, omega y alfa de la vida, siempre está presente en la ciudad, forma parte indisoluble de su esencia y de sus habitantes. En ocasiones se enseñorea cuando azota de modo inmisericorde con epidemias y pestilencias; a veces se refleja en las celebraciones de severos y solemnes decesos reales. Y siempre, también para todos, el tañido quedo, doblando a difunto, recordaría de tiempo en tiempo la fugacidad de la vida y el dolor de familiares y deudos ante la que se considera antesala y tránsito doloroso a otra vida.
El arca, siempre generosa en informaciones, avara al conservar sus escritos, deja que la muerte aparezca con solemnidad o con relatos que hablan de la continua construcción de la sociedad trujillana, de la ciudad y su plaza.
Porque, a veces, la muerte que muestra el arca habla de convivencia, de festejos sobre lápidas, de una ciudad y una plaza que se construye al mismo tiempo que acerca, integra, engulle, aleja o excluye sepulturas y osarios.
La presencia de la muerte no es problema alguno para que junto ellos, los muertos, se reunan los vivos:
“Sepan quantos esta carta vieren, como nos, el conçejo de Trugillo, estando juntados en el çementerio de la iglesia de sant Martín desta dicha villa a canpana repicada segund que lo avemos de uso e de costunbre...”[1]

Tumbas en interior de la iglesia de San Martín
Y pasado el tiempo, aquel espacio de recogimiento, vida y muerte, sigue mostrando en sus cimientos la fugacidad de la vida, la persistencia y el rastro de quienes, ya difuntos, se acercaban al lugar donde se perpetuaba la vida  con toros y mercado retumbando sobre ellos.
El arca nos ayuda así a entender lo que vemos hoy bajo el suelo de la iglesia de San Martín y nos hace imaginar cómo sería ese rincón en el que ahora se alza imponente el atrio de la iglesia, un espacio en el que vida y muerte formaban parte del bullicio de una plaza en la que se lloraba a los muertos y se corrían los toros en las alegrías.

1518, mayo 21-24. Trujillo

Ordenança del çimenterio.
Este dicho día los dichos señores dixeron que por quanto en la plaça de san Martín de esta çibdad, que es la prinçipal que en ella ay, está el çimenterio de la dicha yglesia de señor san Martín que sale en mucha cantidad en la dicha plaça, y de las lahudes que están puestas sobre las sepulturas están unas altas e otras baxas y están peligrosas para los días de fiestas y alegrías e toros e ansy mismo en mucha suçiedad de la dicha plaça, que mandavan e mandaron por la onra de la dicha plaça y por lo bien que pareçería estando llana, que se allane a costa de la dicha çibdad e que se faga ordenança para que de aquí adelante la persona o personas que ovieren de levantar lahude para fazer sepultura para enterrar algunos defunto o defuntos, sean obligados a la tornar asentar e dexar llana e ygual, so pena de dos reales e que a su costa lo farán allanar. La qual ordenança Alonso Regodón, vicario de esta çibdad dixo que fará confyrmar al señor obispo de Plasençia e mandaron que esto se ponga en pregón quien lo faze el día de Pascua e se remate el postrimero día de Pascua.
 Pregón.
Este día, en la plaça pública de la dicha çibdad se dio un pregón por Juan Pérez de Talavera, pregonero, diziendo sy ay alguna persona o personas que quieran tomar a allanar el çeminterio de señor san Martín, venga ante los señores justiçia e regidores y póngalo en preçio y sepan que se a de rematar el postrymero día de Pascua.
II pregón. 
En veynte e tres días del dicho mes de mayo del dicho año, estando so el portal de señor san Martín a canpana tañida, los señores alcalde e Nuño Garçía de Chaves, regidor, fizieron apregonar por Miranda, pregonero, el dicho çeminterio e no paresçió quien lo pusyese en preçio. Testigos, Luis de Góngora, escrivano, e el alguazil mayor e otros muchos.
III pregón. 
En XXIIII días del dicho mes de mayo del dicho año, estando so el dicho portal de señor san Martín a canpana tañida, los dichos señores alcalde e regidor fizyeron apregonar el dicho çementerio por el dicho pregonero Miranda e no lo puso nadie en preçio. Testigos, Gómez Dávalos e Gil Gonçález hijo del dicho señor Nuño Garçía de Chaves e otros muchos

 (Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 13, fols. 38r-39r.)
 Iglesia de San Martín. Fondo Fotográfico del Museo de Cáceres.    




[1] Archivo Municipal de Trujillo. Legajo 1.1, núm. 1, fol. 1r. Arrendamiento de la guarda de los prados, alcáceres, fuentes, alberca y muladares. Aunque no tiene fecha, por el nombre de los regidores que se citan el documento puede situarse hacia 1384.