Tras un primer intento de Trujillo de establecer un cementerio
permanente fuera de los muros de las iglesias en 1812, las disposiciones que
desde Badajoz establece el Gobierno Político de la Provincia en 1820 obligarán
al alcalde constitucional de Trujillo, Lesmes Bravo, a iniciar el proceso por
el que la ciudad establecería un camposanto. Considera el alcalde que es una de
las atribuciones de los ayuntamientos "celar sobre que en cada pueblo haya
cementerio siendo combenientemente, y no habiéndolo en esta ciudad,es
indispensable disponer se realice tan útil establecimiento".
El primer paso habrá de ser la elección del lugar idóneo que reuna las
condiciones de alejamiento y salubridad necesarias. Y nadie mejor que los
médicos titulares de la ciudad para que "reconozcan los sitios de estas
inmediaciones y certifiquen quáles son los más apropósito para la construcción
de cementerios".
La primera elección de los médicos es unánime.
1820, junio 28-29. Trujillo
Don Ramón González Trejo, médico titular de esta ciudad
Haviendo examinado cuidadosa y detenidamente todos los sitios de las
inmediaciones, según se me previno por el señor don Lesmes Bravo, alcalde 1º
constitucional , con el objeto de señalar el más a propósito para cementerio
por reunir todas las cualidades de ventilación, buena exposición y demás
requisitos de policía e higiene públicas.
Certifico. Que la cerca llamada de la Magdalena, sita entre esta
ciudad y sus dos arrabales, Huertas de Ánimas y de la Magdalena, es el que reúne
todas las ventajas de distancia, libre ventilación, exposición al norte y
expedita corriente de este aire al mediodía, sin tocar a la ciudad, que de
ordinario es combatida por el solano. Es quanto según mis conocimientos puedo
decir. Trugillo y junio 28 de 1820
Ramón González Trejo (rúbrica)
Don Antonio Ríos Sierra, médico titular de esta dicha ciudad.
Cumplido con el mandato del señor Alcalde 1º constitucional, he
examinado con la mayor escrupulosidad todos los sitios oportunos que hay en
estas inmediaciones para establecer el cementerio, y después de la más detenida reflexión, certifico que el
referido sitio nominado de la Magdalena es el más acto al deseado objeto por
llenar mejor que otro alguno los deberes de la buena policía y condiciones de
la higiene; que es quanto en honor a la verdad puedo decir en esta dicha de
Truxillo a veinte y nueve de junio de mil ochocientos veinte.
Antonio Ríos y Sierra (rúbrica)
Archivo Municipal de Trujillo.
Legajo 564.2
Sepultura de Rufino Benito Lázaro Romero. Escribano de Trujillo 1859-1884. |
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