Al finalizar
el mes de julio de 1686, una nueva ermita de Nuestra Señora de la Piedad ocupaba
el lugar de la destruida por un incendio un año antes. Los caballeros regidores
en quienes la ciudad había delegado todo lo concerniente a su reconstrucción
terminaban los preparativos de las fiestas, procesión y sermón que pocos días
más tarde celebrarían la bendición del nuevo templo. Una pequeña imagen de la
virgen, salvada de las llamas, sustituiría a la reducida a cenizas. Juan
Antonio de Oviedo Monroy y Fernando José de Orellana Pizarro, los regidores
comisarios, solicitaban de sus compañeros en el ayuntamiento que señalasen la
fecha para la celebración, al tiempo que preguntaban "qué adorno y
vestidos se an de poner a la sancta imagen y Nuestra Señora que en la dicha
iglesia se preservó del fuego y está colocada en la iglesia de señor San Martín".
El domingo 18 de
agosto fue la fecha elegida por el ayuntamiento para celebrar los actos de
colocación de la nueva imagen en la nueva ermita. Deberían asistir "los
cavildos de curas y benefiçiados y las comunidades de religiosos, procurando
que el adorno de Nuestra Señora sea el más deçente y del mejor
luçimiento".
Y sin embargo,
todo se altera apenas dos semanas antes de la celebración al recibir el concejo
una curiosa limosna que viene a sumarse a las múltiples que los trujillanos han
realizado para poner de nuevo en pie su ermita. La señora Cecilia de Chaves y
Orellana, viuda de Pedro de Chaves y Mesía, ofrece una imagen de la virgen de
su propiedad por si la ciudad la considerase conveniente para ser colocada en
la ermita.
La duda debió ser
grande entre los regidores asistentes a la lectura de la petición presentada
por doña Cecilia. ¿Aceptar la nueva imagen que sustituyera a la salvada
milagrosamente de las llamas? ¿Rechazarla? La ciudad decidirá admitir el
ofrecimiento, disponiendo que la imagen "se trayga a la sala del
ayuntamiento para verla y reconoçer quál de las dos imágenes será más apropiada
para colocarla en la hermita que se a reedificado". En manos de los dos
regidores comisarios se deja la decisión de qué imagen habrá de recorrer el
camino que en procesión irá desde el templo de San Martín hasta la nueva ermita
de la Piedad.
1686, agosto 13. Trujillo
Donaçión a la cofradía de la Piedad
El señor don Diego de Cárdenas Portocarrero, rexidor de esta çiudad,
por los señores don Juan Antonio de Oviedo Monroy y Portocarrero y don Fernando
Joseph de Orellana Pizarro, comisarios nombrados por esta çiudad para el
reconocimiento de la sancta imagen de Nuestra Señora que dio a esta dicha
çiudad doña Çeçilia de Chaves, que están al presente enfermos y no an podido
asistir en este ayuntamiento, dixo que en cumplimiento de lo acordado por él el
día seis de este presente mes pasaron a esta sala donde se puso la dicha santa
imagen, la qual haviéndola visto y considerado atentamente, les pareçió podía
colocarse en la iglesia y templo de Nuestra Señora de la Piedad en lugar de la
que consumió el fuego, por ser de estatura correspondiente a ella y estar con
toda perfección y adorno, quedando la ymagen de Nuestra Señora de la Piedad de
cuerpo más pequeño, que está al presente en la iglesia de señor San Martín, para las proçesiones que la cofradía
sita en dicha yglesia tiene entre año, como se ha hecho asta aquí, mediante lo
qual pareçió a dichos señores comisarios podía esta çiudad dedicarla desde luego
a dicha cofradía para el efecto referido, o disponer lo que fuere más del
agrado desta dicha çiudad. Lo qual visto por ella, acordó que la dicha santa
ymagen que al presente está en esta sala se dé de limosna y haga de ella graçia
y merçed a la dicha cofradía de Nuestra Señora de la Piedad para que la ponga y
coloque en su altar en lugar de la que el fuego consumió, por ser mayor que la
que tiene en la dicha iglesia de San Martín y más semejante y pareçida a la
referida y hallarse con los adornos deçentes para su colocaçión y la dicha
cofradía la pase a la iglesia de San Martín desde donde se a de llevar en
proçesión a la dicha iglesia de la Piedad el domingo diez y ocho desde mes como
está acordado.
(Archivo Municipal de Trujillo.
Legajo 85.3. Fols. 70v-71r.)
P.S. Quizás el arca guarde en alguno de sus recónditos rincones
información que nos permitiera saber algo más de la imagen donada a la cofradía
de la Piedad. Habrá que seguir buscando. No se nos dice en el texto cómo era
dicha imagen y desconocemos su destino. Al desaparecer la ermita de la cofradía
de la Piedad, quizás en los revueltos momentos de la Guerra de la
Independencia, los estudios de Juan Tena indican que la imagen existente en la dicha
ermita pasó a la iglesia de San Lorenzo o Jesús y posteriormente a la de San
Francisco, donde recibía culto en los años 60 del pasado siglo, describiéndola
como "de tambor muy devota y agradable". ¿Será ésta la imagen de
nuestro acuerdo? Hoy, esa imagen, restaurada, se encuentra en la iglesia de
San Martín.
Nuestra Señora de la Piedad |
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