Trujillo
siempre festejó las alegrías con toros. ¿Qué se celebraba?. Daba igual: se ha
tomado Bujía, ha parido la reina, el papa ha hecho santo a Pedro de Alcántara,
es el día de San Gregorio, o de San Juan, o la Virgen de Agosto, hay una nueva
constitución o el rey ha vuelto y la ha derogado. Cualquier motivo era bueno
para que los trujillanos asistieran a las capeas.
Capeas
en la plaza. Ningún espacio recoge mejor la historia de esta ciudad que su
plaza. Fue del arrabal primero, Plaza Mayor después. Plaza del Rey o de la Constitución, según la ocasión. La
plaza es el mercado, es la fiesta, es el rollo que en ella estuvo primero. Es
la voz de los pregones, de las alegrías, de los lutos. En ella estaba el corral
de los toros, dispuesto para capeas.
En 1874
se acercan los carnavales y de nuevo Trujillo se prepara para sus capeas. Es
necesario cerrar la plaza y todo debe estar dispuesto. La comisión que el
ayuntamiento ha nombrado para este asunto elabora las condiciones a las que
habrán de ajustarse los carpinteros que deseen concurrir a la subasta de los
trabajos necesarios en la plaza. Aunque este año habrá problemas. Abierta la
subasta, nadie se muestra interesado por quedarse con el trabajo. Es más, se
dice "que la mayor parte de los carpinteros de esta ciudad se han
concertado para no presentarse, aun en el caso de que se anunciase segunda
subasta por conceptuar que es ínfimo el precio señalado como maximun en la
condición quinta". Las 125 pesetas presupuestadas por el ayuntamiento les
parece poco. ¡Si fueran 200...!.
Pocos días después, ante la comisión organizadora se
presentan tres maestros alarifes, Juan Lozano Mata, Antonio Gutiérrez Quintero
y Manuel Mariño y Mariño. Ellos harán el trabajo con las cláusulas y
condiciones anunciadas, "no movidos por el deseo de lucro sino más bien
como un acto de deferencia a los Sres. de la Comisión en particular y a todo el
Municipio en general, teniendo en cuenta además que se trata de un acto de que
ha de participar o disfrutar todo el pueblo en general y que es antigua la
costumbre de que se verifique todos los años en esta población".
En 1874, Trujillo no se quedó sin capeas de
carnaval.
Capea en la Plaza Mayor. 1928 |
1874, febrero 2. Trujillo
Ciudad de Trujillo. Año de
1874
Expediente de subasta para el cierro de la Plaza con objeto de
celebrar la función de capeas.
Decreto. Trujillo, 2 de febrero de 1874
Para el cierro de la Plaza con el objeto de celebrar la función de
capeas en el prócsimo Carnabal, según antiquísima costumbre en esta ciudad, y
para lo cual se halla la correspondiente consignación en el presupuesto
Municipal, sáquese a pública licitación dicho cierro, bajo las condiciones
siguientes.
1ª. Dicho cierro se ejecutará con madera de cuartón y tabla que
ofrezcan la mayor seguridad, debiendo estar terminado en todo el día catorce
del corriente mes.
2ª. La plaza ha de ser cortada desde la esquina de la casa del Sr.
Marqués de la Conquista que da frente al Pesillo, hasta la conclusión del
portal nominado del lienzo, según es costumbre.
3ª. Será también de cargo y cuenta del rematante la construcción de un
palco para los individuos de la Corporación Municipal y su dependencia, como
así bien la de la jaula que se hace en el medio de la Plaza y la de los
encerraderos o cosiles para las reses, todo en los sitios de costumbre.
4ª. Si por cualquier causa la autoridad conceptuase prudente y oportuno
el que hubiese una cuarta capea, el miércoles de ceniza, además de las que se
han de jugar en los tres días precedentes del Carnabal, la plaza continuará
cerrada durante los insinuados cuatro días, sin que el rematante tenga derecho
alguno para exigir el más leve aumento a la cantidad que a continuación se
prefija como mayor precio o tipo del remate.
5ª. Dicho precio o tipo máximo es el de quinientos reales vellón que
se fijan de presupuesto, sin que sea admisible postura alguna más allá o que
esceda del mismo.
6ª. Si por efecto del mal tiempo, o por otro motivo, después de
cerrada la plaza no se pudiese lidiar ninguna capea, o se hiciese solo respecto
de una o dos, el contratista sin embargo tendrá derecho a percibir íntegro y
sin rebaja alguna el precio objeto del remate.
7ª. Mencionado precio será satisfecho al rematante al día siguiente de
verificada la última capea y cerrados que fueran los hoyos de la plaza y calles
que se abran para clavar los cuartones y portones, cuya operación será de
cuenta y cargo del dicho rematante, sin poder exigir por ello el menor aumento
ni retribuciones respecto al tipo prefijado en cuanto al remate.
8ª. Y finalmente, dicho remate se verificará el día ocho del mes que
rige, de once a doce de su mañana en las Salas Consistoriales, dándosele la
debida publicidad o anunciándose por medio de pregones.
Lo mandó y firma el Sr. Alcalde D. Manuel María Grande, de que yo el
Secretario certifico.
Manuel María Grande (rúbrica) Eugenio Sanz García secretario
(rúbrica)
Nota. En el día cinco de
espresado mes y año, fueron puestos los oportunos edictos anunciando esta
subasta en los sitios de costumbre, de que certifico.
Sanz (rúbrica)
(Archivo
Municipal de Trujillo. Legajo 1211.1)